Uno
de los más antiguos, rico y colorido de República Dominicana.
El carnaval forma parte de la historia de
Santiago de los Caballeros casi desde su fundación. En 1795 ya se
celebraban aquí carnavales para las fiestas patronales en honor a San Santiago,
para Corpus Christi y para las carnestolendas (tres días antes del miércoles de
Ceniza), cuyas manifestaciones provenían desde principios de la colonia
española.
El carnaval de Santiago es rico en detalles y colorido
que le imprimen los pobladores de sus barrios con su creatividad
particular. Además de las comparsas organizadas y tradicionales, la
espontaneidad del pueblo se expresa cada año con nuevos disfraces inventados de
manera individual, tornando cada desfile en una gran fiesta popular que llena
de algarabía y colorido el área del Monumento a los Héroes de la Restauración y
toda la avenida Las Carreras.
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| Personaje Roba la Gallina |
Los
lechones,
personajes principales, llamados así porque su careta se asemeja a un cerdo, surgieron
como guardianes del orden en los viejos carnavales de Santiago de los
Caballeros. De
acuerdo con el Folklorista Tomás Morel, iban delante de las comparsas para
abrirles camino.
Mientras
recorrían la
ciudad, algunos lechones llevaban fuetes con los que amenazaban a los
espectadores y a otros lechones. Sin embargo, en la actualidad, lo más común es que lleven vejigas hecha con
cuero de vaca con las que golpean a unos y otros.
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| Lechón |
Otros
personajes que se destacan en las actividades carnavalescas de la Ciudad
Corazón son el Roba la Gallina, los Indios, la piel sucia de Nicolás Den-Den,
la Muerte en Yipe, el Hombre del Papelón, el Baile del Muñeco y otros cargados
de vistosidad e ingenio popular.
El
carnaval de Santiago, aunque la Iglesia no lo admite como celebración religiosa, está
asociado con los países de tradición católica. Era una celebración que tenía lugar inmediatamente
antes del inicio de la cuaresma cristiana, que comienza a su vez con el
miércoles de ceniza y que tiene fecha variable (entre febrero y marzo). Pero en la actualidad se celebra los domingos de febrero,
independientemente de la Cuaresma.
Según algunos historiadores, los orígenes de esta festividad se remontan a la Sumeria y Egipto, hace más de 5000 años, con celebraciones muy parecidas en la época del Imperio romano, desde donde se expandió la costumbre por Europa, siendo traído a América por los españoles y portugueses a partir del siglo XV.
